Hace exactamente 5 años comenzó una aventura que definiría lo que, en definitiva, era lo que quería hacer con mi vida. Recién estaba terminando mis estudios de Derecho en la UCAB, era el día de la famosa "cervezada" en la que todos los 5tos años celebran haber presentado su último final y pueden gritar a todo pulmón - en mi caso particular - "¡SOY ABOGADO!!!".
Ese mismo día, mientras celebraba con mis nuevos colegas, recibí una llamada. Esa llamada que esperas más que un fin de semana de lo que ha sido una semana insoportable, pero que al llegar, no sabes qué hacer. En medio del ruido de la música, de la gente festejando, en pleno "digan güisquiiii" contesté el teléfono. Un número desconocido y no escuchaba a quien me hablaba. Tuve que ralir corriendo hasta Módulo 1 para escapar del ruido. "Aló, Valentina? Te llamo de parte de Shant Wachiwachi wachiwu (finalmente después de semanas de práctica aprendí a pronunciar y escribir bien "Dermegerditchian") de la oficina del ACNUR en San Cristóbal para visarte que el puesto de asistente de Protección en Guasdualito es tuyo! Puedes estar aquí en 15 días?"
Felicidad - Euforia - Emoción - Inquietud - Miedo - Dudas - Borrachera (Me graduéee!!) - y se repite el ciclo. Así unas 5 veces durante tres días. Finalmente me decidí y me embarqué a como la llamamos cariñosamente, mi querida "Gausduayork".
Allí tuve la oportunidad de conocer y compartir con muchísimas familias que habían llegado a Venezuela buscando una nueva vida, buscando paz, tranquilidad, un futuro sin violencia para sus hijos. Venían huyendo de la violencia generada por el conflicto armado que hace ya unos 50 años aqueja a Colombia.
Recuerdos de "mis Refugiados" tengo muchos. Una familia súper amorosa y ejemplar en El Amparo, todos, hasta los más niños, con unos valores y unas ganas de salir adelante increibles, aun a pesar de haber tenido que dejar todo lo que tenían en Colombia. Una pareja de artesanos, siempre con la mejor disposición y una sonrisa en la cara... tengo una colección de pulseras que les compré, y algunas otras que me regalaron. Una madre de 4 hijos, quien había sido reclutada por las FARC a los 14 años, y que era luego, ya en Guasdualito, víctima de violencia de género por parte de su pareja, pero que sacó la fuerza necesaria para hacerle frente a esa terrible situación y salir airosa y aun más fuerte. Otra madre, viuda de un policía colombiano que murió a causa de un atentado a su comandancia, que hacía las empanadas más ricas de todo el pueblo, y cuidado si de todo el Estado Apure. Ella era nuestra "caterer" estrella cada vez que teníamos un evento, un curso, alguna charla... Todos y cada uno de ellos dejaron una marca en mí que me daba más fuerzas para seguir dándoles el apoyo que necesitaban para reconstruir sus vidas.
En Venezuela actualmente hay más de 200.000 Refugiados, en su mayoría provenientes de Colombia, aunque un gran número de ellos ha preferido mantenerse en el anonimato y no solicitar formalmente el reconocimiento de su status (a diferencia de lo que sucede en muchos países africanos, la condición de Refugiado no se otorga de facto al cruzar la frontera). Sólo unas 2 a 3 mil personas solicitan formalmente refugio ante el Estado venezolano, sea directamente en las sedes regionales de la Comisión Nacional para Refugiados o a través del ACNUR, o de ONG como el Servicio Jesuita a Refugiados y Cáritas.
A diferencia de lo que muchos pueden imaginarse, sobretodo por lo que ven en las noticias internacionales o películas, en Venezuela no existen campos de refugiados. Aquí, y en el resto de los países latinoamericanos, se busca la integración local, que las personas en situación de refugio convivan y formen parte activa de la comunidad que los recibe. Fronteras Solidarias..
Este domingo 20 de junio se conmemora el Día Mundial del Refugiado, por Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 4 de diciembre del 2000. Cada año el Día Mundial del Refugiado está dedicado a un tema sobre el que se enfocan todas las actividades durante el mes de junio. El tema de este año es la “Casa” y con ese tema se quiere reconocer el sufrimiento de más de 40 millones de personas forzadas a abandonar su hogar en todo el mundo. También, el lema de este año es: “Me quitaron mi casa, pero no me pueden quitar mi futuro”.
Durante esta semana y hasta el 30 de junio se llevarán a cabo una serie de actividades y eventos con motivo del Día Mundial del Refugiado, así que si están interesados en asistir a alguna de ellas les dejo el Calendario de Actividades en Caracas, Zulia, Táchira y Apure. Y para los que no están en Venezuela, también habrán actividades en Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España y México.
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